
Las Tristezas o Tristes (Tristia en latín) son cinco libros de poesía elegíaca en forma de 50 epístolas o cartas en dísticos elegíacos del poeta latino de Sulmona Publio Ovidio Nasón, compuestos al principio y durante los primeros años de su forzado destierro en Tomis, cerca de la actual Constanza (Rumanía), a orillas del mar Negro
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Publio Ovidio Nasón (latín: Publius Ovidius Naso; Sulmona, 20 de marzo del 43 a. C. - Tomis, actual Constanza, 17 d. C.) fue un poeta romano. Sus obras más conocidas son Arte de amar y Las metamorfosis, ambas en verso; la segunda recoge relatos mitológicos procedentes del mundo griego adaptados a la cultura latina de su época.
Los Tristia (Tristezas) forman parte de la obra elegíaca que Ovidio escribió desde su destierro a orillas del Mar Negro. Tristia es un poemario en cinco libros escritos entre el invierno del año 8-9 y el del año 11-12. Cada libro (con la sola excepción del segundo) tiene una media de 700 versos distribuidos en cincuenta elegías. Aunque el tema central de esta obra es el exilio, aparecen también los motivos amatorios, especialmente en las cartas que Ovidio dirige a su esposa. El autor de esta edición bilingüe (latín español) ha realizado una traducción esencialmente filológica, respetando la semántica, la sintaxis y la concisión del verso latino. Los 3.532 versos de los Tristia se corresponden con otras tantas líneas en la traducción, manteniendo así la forma externa del dístico elegíaco, con la intención de facilitar al lector el rápido cotejo del texto latino y de su versión castellana.
A causa de su enemistad con el emperador Augusto, el poeta de Publio Ovidio Nasón (43 a. C. - 17 d. C.) tuvo que pasar los últimos años de su vida exiliado en Tomos, una pequeña y fría ciudad en los confines del imperio, a orillas del Ponto Euxino, el actual mar Negro. Allí, lejos del alegre bullicio de Roma y rodeado de bárbaros, Ovidio iba languideciendo, por lo que hizo todo lo posible por procurarse el perdón imperial. Sus Pónticas fueron, además de una muestra más de su genio literario, un último esfuerzo por influir en sus amigos y otros habitantes la capital para que intercedieran por él ante Augusto. En esta colección de cartas elegíacas impregnadas de melancolía y de añoranza, Ovidio insiste en los temas de su anterior obra, Tristes, con el valor añadido de que estos ruegos cargados de dolor están a veces atenuados por la aceptación de su destino y que estilísticamente se adentran con fortuna en la senda de la fusión de dos géneros: el epistolar y el lírico.
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