
Es éste uno de los trabajos más importantes del autor, en el que se analiza la forma de vida de Jerusalén y Palestina entre los años seis y setenta de nuestra era. Para mejor comprensión del Nuevo Testamento es importante adentrarse en el conocimiento de la situación económica (oficios, profesiones, comercio); social (ricos, pobres, clase media, clero, nobleza laica, escribas, fariseos) y legal (judíos puros y marcados, ilegítmos, esclavos, samaritanos, mujeres) de la época. Todos los juicios emitidos en esta obra están avalados por una comprobación rigurosa, por lo que se sitúa entre las de mayor rigor científico sobre el Nuevo Testamento.
ESQUILO: Muy bien, por Zeus, no voy a raspar por palabra cada una de tus frases, sino, dioses mediante, con un Frasquito voy a destrozar tus prólogos. EURÍPIDES: ¿Con un Frasquito tú los míos? ESQUILO: Con sólo uno. Pues escribes de modo que siempre todo encaja, igualmente un cuerito, un Frasquito, un saquito, en tus yámbicos. Ya te lo muestro enseguida. EURÍPIDES: ¡Mira!, ¿tú mostrarás? ESQUILO: Lo afirmo. Hay que decir. ´´Egipto, cuenta el más difundido relato, con sus cincuenta hijos mediante remo náutico habiendo arribado a Argos... (Fragmento)
Este libro tiene dos partes: en la primera se ofrece la traducción del texto del evangelio, preparado para que pueda leerse sin interrupciones. Separando las diferentes perícopas mediante espacios; en la segunda, se comenta. Paso a paso, todo el evangelio. En esta obra de síntesis se ha eliminado la justificación tanto de la traducción como de la interpretación de cada pericopa.
Este libro responde al imperativo bíblico: «Santificad a Cristo y dad razón de vuestra esperanza» Para ello hace memoria de sus hechos, discernimiento de su verdad y propuesta de su sentido. «Fundamentos» dice principios originarios y cimientos permanentes. El subtítulo de este segundo volumen «Meta y misiones» presupone la razonabilidad de la fe en Cristo y se adentra en la exposición de lo creído, en la lógica interna que lo anima, en la interacción entre los hechos históricos originadores del cristianismo y la experiencia interior resultan-te de sus diversos niveles de ejercicio: la celebración litúrgica, la acción misionera, la reflexión teológica, el testimonio martirial, las decisiones conciliares, el diálogo crítico con la razón y la colaboración con la conciencia histórica.
Ver Opciones